Buscar soluciones a los conflictos sin acudir al procedimiento judicial ha sido una de las señas de identidad de Juan Ramón Montero, abogado y profundo conocedor del mundo del arbitraje y del derecho deportivo. Impulsor de la SEA (Sociedad Española de Arbitraje), una entidad creada por abogados para impulsar la cultura arbitral y que sigue siendo una referencia en el panorama actual en el que nos movemos, también es cabeza visible del Club Español del Arbitraje (CEA) y de la Corte de Arbitraje de la Franquicia así como Secretario General del Comité Arbitral del COE. Desde hace unos días es el nuevo responsable de la sección de derecho deportivo del ICAM, nombrado por la actual Junta de Gobierno. Ver la manera de coordinar el arbitraje y la mediación con el derecho deportivo parece que es uno de sus planes a medio plazo.
Su vinculación al mundo del deporte se remonta años atrás en diferentes puestos de responsabilidad. “ En mis primeros contactos con esta disciplina ser penalista me ayudó a acercarme a este mundo. Evaristo del Río en aquellos años ochenta me planteo trabajar en la ACB, liga de clubes de baloncesto como juez único para resolver esos conflictos desde el derecho disciplinario.” También Montero está vinculado al COE (Comité Olímpico Español) desde la época que Ferret Salat es su presidente. “Es el momento de la modificación clave del arbitraje en la Ley de 1988 que impulsa el movimiento de las instituciones en España. Y asi hace el TEA (Tribunal Español del Arbitraje Deportivo), una importación del TAS con sede en Ginebra, clave en el derecho deportivo internacional. “Soy nombrado árbitro en primer lugar; con posterioridad en los siguientes años me incorporo a la Comisión de Arbitraje del TEA, presidido por Josep Luis Vilaseca”. La presencia de Vilaseca revitaliza la entidad y nuestro entrevistado es nombrado Secretario General, cargo que ocupa en la actualidad. “No es sencillo posicionarse en el conflicto entre la legislación deportiva y la ordinaria, conflictos que surgen con frecuencia, sí se observa que todas las disciplinas que tienen que ver con el deporte son susceptibles de impulsar el arbitraje y mediación, tanto desde el TEA, órgano idóneo, como desde otras instituciones que puedan dar este servicio extrajudicial.”.
Para este experto jurista, el deporte se ha convertido en una industria tan amplia donde muchas de las relaciones por su inmediatez requieren de una solución rápida ese conflicto, cuestión que el procedimiento judicial no puede ofrecer. “En este contexto acudir a la mediación es una buena solución aunque también estamos observando que para otro tipo de situaciones más graves se acuda al derecho penal, caso de amaños de partidos por poner un ejemplo, clara estafa que viene tipificada en el Código Penal.”, comenta Montero. Sobre el dopaje de actualidad por las últimas elecciones a los juegos del 2020, considera que con los nuevos cambios está mejor regulado a nivel de la legislación más avanzada a nivel internacional.
Su reto en el ICAM
Juan Ramón Montero no oculta a este periodista su satisfacción por haber sido elegido responsable de la sección de derecho deportivo en el ICAM y de contar con la diputada de la Junta de Gobierno, Maite Nadal, como su principal colaboradora, una jurista con bastante experiencia en la práctica y docencia del derecho deportivo: “Soy un afortunado por haber sido elegido para dirigir este proyecto ante una disciplina emergente como es la práctica deportiva, ya considerada industria por la relevancia que tiene. Un Colegio como el de Madrid, el más importante de España, puede ser el abanderado de muchas actividades dentro del derecho deportivo. “Hablamos de una práctica transversal con ramificaciones fiscales, laborales, administrativas, penales o civiles y un evidente nicho de mercado donde con la preparación adecuada es factible que determinados abogados creen su bufete a corto y medio plazo.”.
Este jurista, asiduo interviniente en mesas redondas, ponencias, masters y coloquios relacionados con el derecho deportivo, se muestra muy ilusionado con este nuevo proyecto en el que estamos seguro pondrá todo su interés y saber hacer. “Debemos apostar como uno de los pilares de la actividad de esta sección en la formación. Que los abogados se formen en esta nueva jurisdicción. De hecho a medio plazo el ICAM puede formar a especialistas en esta práctica para que puedan resolver mejor los conflictos que surjan en el ámbito deportivo.”. A nivel institucional también el nuevo responsable de esta sección observa que puede haber una colaboración estrecha entre el Colegio y el mundo del deporte: “Es posible que tengamos que crear una Comisión de expertos en derecho deportivo que asesore de forma permanente a estas instituciones en estos temas” comenta.
En el fondo, el objetivo es ambicioso, poder ser el ICAM desde esta sección de derecho deportivo, mediador en diferentes conflictos que se susciten en el mundo del deporte. “En el ICAM hay muy buenos expertos en arbitraje y mediación que podemos aprovechar para desarrollar su actividad en la práctica del derecho deportivo”; subraya. Y es que para este experto jurista es necesario buscar soluciones rápidas en el mundo del deporte, actividad que por la propia dinámica de su competición no puede esperar años en la resolución de cualquier controversia que se suscite. “Hay que estudiar si es viable o no crear un listado de mediadores expertos en derecho deportivo o, si por el contrario, ser el punto informativo para que ese conflicto se resuelva”, indica.
A nuestros lectores, muchos de ellos emprendedores jurídicos, les anima a adentrarse en el mundo del derecho deportivo y crear su bufete. “El mundo del deporte se ha profesionalizado y requiere de expertos jurídicos que conozcan sus recovecos. No es casualidad que en los último años despachos con grandes estructuras u otras firmas más especializadas se hayan posicionado en este sector”, explica. Para Montero este jurista debe conocer a fondo el derecho internacional y su normativa impuesta por las competiciones y el propio derecho del país, a nivel nacional. “Hay que conocer esta normativa y el funcionamiento del TAS, entidad que ahora gestiona un millar de arbitrajes al año.
Desde su punto de vista algunas de las claves para que esos despachos funcionen tienen que ver con la especialización en su actividad: “Es fundamental saber lo que quieres hacer; si vas a atender a un deporte concreto; a entidades públicas determinadas, sean centrales o autonómicas; también pueden especializarse a nivel de jurisdicción; bien como mercantilistas, fiscalitas o laboralistas o incluso en las prácticas deportivas desde el punto de vista penal”, argumenta nuestro entrevistado. “. De cara al futuro, a medio plazo, Montero ve que este derecho deportivo puede trasladarse al mundo iberoamericano y ser una referencia. “Cada vez tienen más importancia los centros de deporte internacional a nivel iberoamericano”. A su juicio la actual Asociación de Derecho Deportivo, más centrada en la formación de los juristas, podría ser el canal ideal para agrupar a estos profesionales y sus intereses en el futuro.
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